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Lección 3 – Los Dos hijos [Mateo 21:28-32]

Publicado: 26/07/2010 de roaguilar en Lecciones
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"Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo" (1 Pedro 1:14-15, Dios Habla Hoy).

La parábola de hoy tiene una enseñanza muy práctica. Tanto los niños y jóvenes como los adultos, tenemos que reconocer nuestra tendencia de decir una cosa y hacer otra. La verdad es que nuestros hechos "hablan" más fuerte que nuestras palabras. Jesús está invitándonos a tener vidas íntegras, en las cuales nuestros hechos cumplan con la
voluntad del Padre y nuestras palabras lleguen siempre a ser verdades. A través de esta parábola recordaremos cumplir las promesas que hemos hecho a Dios y a otros.

Recuerden que pueden descargar las lecciones desde la carpeta.

"Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha" (Mateo 13:23, Dios Habla Hoy).

Una de las parábolas más famosas es la del sembrador. Por medio de esta parábola, aprenderán que hay diferentes tipos de tierras (que representan vidas diferentes) y cada una puede llegar a producir, pero hay tierras (o vidas) que no han sido preparadas para recibir la semilla. Debemos identificarnos con una de las tierras. Los líderes somos las personas que cultivan la tierra de sus vidas para que estén listos a recibir la semilla de la Palabra de Dios. Ahora ustedes tienen que decidir si quieren ser "tierra buena".

Recuerda que puedes bajar las lecciones en el siguiente enlace: Lecciones

Lección 0 – Los diezmos y ofrendas

Publicado: 20/07/2010 de roaguilar en Lecciones
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Chicos aquí les dejamos el material de la Lección 0 vista el día 3 de Julio, para que lo copien, lo lean y lo atesoren en su corazón.

LOS DIEZMOS Y LAS OFRENDAS

“En todo os mostré que así, trabajando debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hch.20:35, LBLA)

INTRODUCCIÓN

Uno de los temas más polémicos para algunos cristianos, y no digamos para las personas que no conocen al Señor, es el tema de las aportaciones en dinero que se efectúan en la Iglesia. Al respecto se presentan diversas actitudes en el pueblo de Dios: algunos no dan, y otros sí. Algunos de los que dan lo hacen según su propio criterio e intención decidiendo por sí mismos dónde se necesita: lo distribuyen entre iglesias, entre personas de escasos recursos o para diferentes obras en el Cuerpo del Señor. Es necesario conocer y atender las instrucciones que la Palabra tiene para el efecto para no errar.

DESARROLLO

Cuando le damos al Señor de lo material, de lo económico que tenemos, no debemos pensar en ello, ni por un momento, como una forma de enriquecernos o de “comprar” la bendición o el favor de Dios, ya que ello es una gracia de Dios a través de la fe en Jesús (Ro.5:1). La gente del mundo busca las cosas materiales, la riqueza (Mt.6:31-32) pero los hijos debemos buscar primeramente el Reino de Dios y su Justicia para que todo nos venga como un efecto (Mt.6:33).

Pueden haber momentos en que por cualquier motivo no se quiera dar (no es lo mismo: no poder dar) y se hace con dificultad (de mala gana, 2ª.Co.9:7ª, DHH) sobredimensionando lo que le damos al Señor (Mrc.14:37) o por dardos del enemigo respecto a la administración por hombres del tesoro de Dios (He.7:8), situaciones cuya finalidad es que no demos y si no damos no recibimos. La paz viene si vemos a Jesús (He.12:2) y podremos hacerlo con un corazón agradecido y sencillo, con alegría, que es lo que el Señor desea (2ª.Co.9:7b).

El pueblo de Israel cuando aportó bienes para la construcción del tabernáculo, dio oro, plata, bronce, telas, maderas preciosas, etc., (Ex.35:21-25) que son tesoros económicos, se despojó de tal forma para el Señor que llevaron más de lo necesario (Ex.36:5) y los tuvieron que detener lo tremendo es que dice la Biblia que “así se impidió que el pueblo trajera más” (Ex.36:6).

Los diezmos y las ofrendas son oportunidades en que le damos al Señor de lo mucho que Él nos da (Deut.16:17) y al que ama no le es difícil dar (Jn.3:16). Ambas están vigentes, por lo que debemos practicarlas por amor, gratitud y obediencia a Dios, teniendo presente en todo momento que únicamente damos de lo que recibimos de la mano de Dios (1º.Cr.29:14) aprovechando para que nuestro corazón sea ministrado en Dios (1ª.Ti.6:10).

I.EL DIEZMO

“Todo el pueblo traiga los diezmos a mis depósitos, para que haya alimento en mi casa. Pónganme a prueba en esto – dice Jehová de los ejércitos y les abriré las ventanas del Cielo, y les derramaré bendiciones hasta que digan: Es más que suficiente.” (Mal.3:10, Aramea)

a) Etimología

(Mal.3:10, Aramea)

La palabra “diezmo” viene del hebreo Ma’aser que significa décima parte (de Asar, un décimo) y del griego Dekate que significa décima parte (de Dekatos, un décimo). En matemáticas se diría 1/10, una parte de diez.

Diezmo es entonces la décima parte de determinada cosa, en este estudio se refiere a los bienes materiales. El diezmo es una demanda del Señor (traed) que tiene una promesa grandiosa. Es en lo único que Dios mismo nos insta a probarle diciéndonos “probadme ahora en esto” (Mal.3:11-12).

Le pertenece a Dios por lo que debemos dárselo en obediencia (décima parte) motivados por la gratitud, no por la obligación (Mal.3:8). Algunos que no quieren diezmar dicen que es sólo para el tiempo de la Ley de Moisés, o sea para Israel. No es cierto, aunque sí lo incluye (Lev.27:30).

b) El Diezmo en el Tiempo

b.1) El Diezmo de Abraham: Antes de la Ley (Ge.14:20)

Vemos que mucho antes que se estableciera la Ley de Moisés, Abram (después es Abraham), dio los diezmos a Melquisedec (Gn.14:17-20), como reconocimiento de su dignidad, su jerarquía. Lo hizo espontáneamente, en forma voluntaria, no le fue exigido, pero dio el diezmo de todo.

8.LOS DIEZMOS Y LAS OFRENDAS

b.2) El Diezmo Conforme la Ley de Moisés (Lv.27:30)

Luego, en el tiempo de la ley, por mandato de Dios, Israel lo dio a los levitas. La ley no apela a la voluntad, obliga. Nadie podía decir que no quería darlo.

b.3) El Diezmo en la Gracia

En el tiempo de la gracia, el de la fe, es decir el tiempo en que vivimos, como hijos de Abraham (Gá.3:7), debemos hacer las obras que él hizo (Jn.8:39), y entre ellas está diezmar. ¿Pero cómo lo hizo? Lo hizo como una obra de fe, y la obra de fe no es obligada. La ley solo obligaba, hoy nuestra fe se ve en obras (Stg.2:18), las cuales manifiestan dónde está nuestro corazón (Lc.12:34).

c) Características

c.1) Al Diezmar Se Aprende el Temor de Dios (Deut.14:2223)

c.2) Se Entrega Como Reconocimiento de Autoridad (He.7:27)

Abram entregó a Melquisedec los diezmos de todo como reconocimiento de autoridad esto nos enseña que, igualmente, no debemos darlo a cualquier persona o donde sea, se da al pastor que Dios ha puesto sobre la congregación a la que pertenecemos (He.7:8).

c.3) El Lugar para Entregar el Diezmo es El Templo (Neh.10:37; Deut.12:57)

Cada tribu de Israel entregaba sus diezmos en el lugar donde Dios había designado. Esto nos enseña que el diezmo se debe entregar en la Iglesia en donde nos congregamos, en la cual nos alimentamos, o sea en la cual somos edificados en la Palabra de Dios.

c.4) El Diezmo Trae Una Bendición a Nuestra Simiente (He.7:810)

c.5) Al Diezmar El Señor reprende por Nosotros al Devorador (Mal.3:10)

Cuando llevamos el diezmo fielmente, Dios mismo reprende al Devorador (una potestad espiritual de maldad) por nosotros, de forma que nuestra economía ya no será afectada espiritualmente con la escasez.

c.6) Abraham Recibió Pan y Vino, y Bendición, Entonces Diezmó (Ge.14:1920)

Significa que la comunión con Dios y su bendición deben motivar al cristiano a actuar conforme a los deseos del Señor en el área económica, y no al revés.

d) El Diezmo de Jacob (Ge.28:2022)

Jacob estando en angustia, perseguido por Esaú que lo quería matar, hace un voto con Dios de diezmar, pero al hacerlo, su intención era obligar a Dios a que lo prosperara. Es un error querer hacer un trueque con Dios, porque para ello sería necesario que poseyéramos algo que a Dios le hiciera falta para intercambiarlo, lo cual es imposible.

Debemos ser cuidadosos con la motivación que tengamos al diezmar.

II.LAS OFRENDAS

“Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.” (2ªCo.9:7,NVI).

a) Etimología

(2ªCo.9:7,NVI).

La palabra Ofrenda viene del hebreo Taruwmah que significa regalo, ofrecer, contribución y del griego Doron que significa regalo o presente. Un regalo no tiene estipulado un mínimo o máximo para ofrecerlo o recibirlo.

b) Característica (Ex.35:29)

Su característica fundamental es la espontaneidad de su entrega, su voluntariedad. Nadie está obligado ni debe sentirse obligado a darla.

c) Diferencias con el diezmo

c.1) La ofrenda a diferencia del diezmo, es totalmente voluntaria (Ex.36:3), es una entrega espontánea, por amor, de lo que Dios nos ha provisto. Es un darle al Señor más allá de lo que nos pide (Lc.17:10).

c.2) La ofrenda ministra nuestra alma para despojarnos de las cosas terrenales especialmente porque no tiene una medida sino la del corazón del ofrendante (2ª. Co.9:7) y de esa forma expresa el amor Señor (1ª. Co.13:4).

d) Dios ve el corazón primero (Ge.4:45; Mt.5:23)

Cada vez que damos algo al Señor, Él ve primero nuestro corazón, para pesarlo y si se agrada recibe o no nuestra ofrenda. Es por ello que también debemos ponernos a cuentas con los hermanos antes de entregarla (Mt. 5:23-24) y ofrecer lo mejor (Lev.23:12).

8.LOS DIEZMOS Y LAS OFRENDAS

e) Con Abundancia (Ex.35:21)

La ofrenda debe ser entregada con generosidad según lo que nos ha sido dado (Deut.16:17), no escasamente ni con dolor de corazón, es decir mezquinamente (Deut. 15:10), ya que la Biblia nos enseña que quien siembra escasamente, escasamente segará (2ª. Co.9:6).

f) Con Alegría (2ª.Co.9:7)

No debemos dar por tristeza, ni por obligación ya que Dios se agrada de los que dan con alegría, con fe (He.11:4) y por amor (Jn.3:16).

g) Aspectos Relevantes

g.1) Se deben atender primero las necesidades familiares (Mt.15:5).

g.2) Toda recepción de ofrendas para ayuda, debe efectuarse por autoridades de la iglesia (Ro.15:26).

g.3) No es tanto la cantidad sino la calidad de la ofrenda (Mrc.12:41-44; Esd.2:69).

g.4) Ofrendar es un privilegio (2ª.Co.8:914).

g.5) A través de ellas se puede suplir las necesidades de los Ministros de Dios (2ª.Co.11:9).

g.6) La ofrenda como el diezmo, tampoco es para hacer negocios con Dios (Hch.20:35).

CONCLUSIÓN

1) Dios es el dueño del oro y de la plata (Hag.2:8) por lo que no necesita nuestro dinero para que su obra se realice (Mt.17:27), sin embargo nos da la oportunidad de devolverle algo de lo material que nos ha dado (Ex.25:17) para que seamos bendecidos en lo espiritual y lo material.

2) El diezmo es en parte por obediencia (una de diez) pero por gratitud que conlleva la fe no por obligación (Ley), y la ofrenda nace del amor a Dios, y ya que el Señor observa nuestra actitud (Mrc.12:41-44), ambas se deben dar por amor y con alegría (2ª.Co.9:7) y no por vanagloria (Fil.2:3) ya que Dios es el que pone tanto el querer como el hacer en nosotros (Fil. 2:13) y es Quien nos provee de todo cuanto tenemos (Stg.1:17; 1º.Cr.29:14).

3) En 1ª.Ti.6:10 se nos enseña que la raíz de todos los males es el amor al dinero, ya que Jesús dijo donde esté tu tesoro allí estará tu corazón (Mt.6:21), invitándonos a hacer tesoros en el Cielo (Mt.6:1920).

Las ofrendas y los diezmos nos ayudan a aprender a desprendernos y a amar al que nos amó primero (1ª.Jn.4:19).

Pueden Decargar un documento pdf en el siguiente enlace Lecciones